La coordinadora de Emocion@rte imparte en el Chuac los talleres creativos para pacientes con cáncer

Rebeca Ponte (A Coruña, 1975) es artista plástica, compositora y «facilitadora artística» como ella misma se define. Imparte los talleres artísticos para los enfermos de cáncer ingresados en la novena del Chuac. De ellos, y de otras muchas acciones que se realizan en hospitales con la expresión artística como telón de fondo, se habla en las jornadas Emocion@rte que se celebran desde ayer en la Fundación María José Jove.

-¿En qué consisten esos talleres?

-Se integran en el programa Oncofrail de atención a la fragilidad del doctor Barón. Trabajo supervisada por él y por la doctora Pazos, que pertenecen al servicio de Oncología que dirige el doctor Aparicio. Es un trabajo de integración emocional a través de la expresión artística. Realmente es un acompañamiento que se hace al paciente en un espacio seguro para que haya un encuentro de la persona con su parte creativa, para poder abrir una puerta al diálogo y la expresión de las emociones. En el caso de las personas que están sufriendo, a veces a las puertas de la muerte, en ocasiones son expresiones políticamente incorrectas y no siempre son capaces de canalizarlas

 

-¿Una forma de desahogo?

-Se trata de crear algo propio y a través de esa transformación poder abrirse a otras vías de expresión. Los pacientes todos los valoran muy positivamente, cuando terminan de hacer su trabajo y compartir… en su mayoría utilizan la palabra paz, desahogo y liberación. Una frase maravillosa de un paciente ya fallecido que participó en diez talleres a pie de cama lo resume: «Participar en esto me da paz. Crear me hace sentir realizado como ser humano».

-¿Tiene algo de curativo?

-Curar, curan las medicinas. Digamos que esta es una herramienta para ayudar al bienestar del paciente, a nivel anímico y social, porque se eleva su autoestima, se olvidan del momento que les está tocando vivir, y lo asimilan de otro modo. En todo momento, además, la supervisión, el consejo, y guía corresponde a los profesionales de la psique. Este trabajo es solamente de acompañamiento, no mental.

 

-¿Cómo surgió?

-En el 2006, a raíz del cáncer de mama de mi madre. Me he ido formando en distintas disciplinas, hice el posgrado y máster en arteterapia integrativa en la Universidad de Girona.

-¿Y en el hospital?

-En el hospital arrancó en diciembre del 2017. Voy todos los miércoles, primero doy el taller en la sala preparada por la Fundación Novoa Santos, para pacientes y familiares. Y después, bajo indicación de los médicos y enfermeras, visito a enfermos que tienen dificultades para moverse. Voy a pie de cama con el carro de la creatividad.

 

-¿Y qué hacen los enfermos?

-Trabajamos con sonidos de la naturaleza, música suave. Y a partir de ahí a imaginar. El paciente trabaja con el material que quiera. A veces no quieren materiales plásticos y lo hacen con las manos. Es abierto, con libertad total a la hora de crear.

-¿Le han sorprendido?

-Siempre sorprende, cuando trabajas con personas que están sufriendo, la capacidad de resiliencia y la capacidad que tiene el arte de conectar con algo muy profundo de nosotros y ayudarnos a transformar la realidad. Ves cómo de las situaciones más dolorosas puede salir algo hermoso, es posible crear algo hermoso.

 

-¿Por qué pensó en las jornadas?

-Las ideé y tuve la suerte de que todo el hospital prestó una ayuda inestimable. Es la primera vez que se hacen unas jornadas así en España, están todas las especialidades y yo destacaría, sobre todo, la calidad de los ponentes. Son grandes profesionales que llevan muchos años a sus espaldas. Hablo de calidad profesional y humana. Conocen bien el uso de las disciplinas artísticas para pacientes hospitalizados y cómo benefician al bienestar de los enfermos y también de sus familias.

«Los enfermos no son solo un diagnóstico»

Para Rebeca Ponte, las jornadas proporcionan una visión y un horizonte al que tender.

-No se conocen demasiadas iniciativas en esta línea.

 

-Con las jornadas pretendemos visibilizarlas y conocer lo que se hace en otros países. Hay grandes especialistas y contamos con profesionales de distintas disciplinas, arteterapia, musicoterapia… Es importante que vayan de la mano de los clínicos y sean reconocidas. Es clave que estén formados, que sepan muy bien cuál es su papel y cuál no les corresponde, para que puedan ir de la mano de los sanitarios.

-¿Cómo estamos en Galicia en este terreno?

-En Galicia con respecto a España somos pioneros gracias al proyecto del doctor Barón. Somos pioneros tanto en el Chuac como en el Teresa Herrera. En España hay ya proyectos con continuidad, como el nuestro, en el Hospital San Pau, y otros más esporádicos. Pero estamos en camino, vamos hacia la integración del bienestar en la larga hospitalización… Bien es cierto que estos programas están muy presentes desde hace ya años en la rama de salud mental.

 

-¿Y con respecto a Europa?

-Alemania y Reino Unido ofrecen al paciente el trabajo artístico como parte de la Seguridad Social, y en Francia está presente en paliativos.

 

-¿Hacia ahí debería irse?

-Para mí es muy importante el apoyo, porque es una apuesta por crear un espacio de diálogo y conocimiento de ambas disciplinas, la artística aplicada a la sanitaria, para adaptarnos también a las necesidades de los hospitales. Es importante que se empiecen a generar más acciones, para visibilizar y abrir oportunidades en la línea de la de humanización de la asistencia. Los pacientes no son solo un diagnóstico, sino personas con sus propias circunstancias, vivencias, emociones. Se trata de aunar la biología con la biografía… por su bienestar.

 

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